sábado, 30 de octubre de 2010

“A vos no te va tan mal, gordito”


Pablo Stefanoni Página 7 /La Paz



Es casi una constatación trivial: cuando se abusa de un método de lucha (repertorio de acción colectiva, dicen los académicos de los movimientos sociales), esa forma de conseguir demandas pierde eficacia. Un ejemplo bastante claro son los cortes de rutas o calles en Argentina, que apareció como muy novedoso y eficaz en los 90 y hoy es visto como una forma de fastidiar a quienes van a trabajar. Pero si hay un método que parece haber perdido toda su capacidad de conmover –ese es al final de cuentas el objetivo de luchas que incluyen el padecimiento físico de quienes las emprenden- es la huelga de hambre en Bolivia. A tal punto que muchos ni si quiera creen que los huelguistas dejen de comer. Si en los ochenta, para los mineros y sus familias la huelga de hambre era expresión de la desesperación de ver a su mundo casi extinguirse –al menos tal como lo conocieron-, luego, quienes comenzaron a ayunar (con o sin pollos Copacabana circulando entre las penumbras), lo hicieron por razones muy diferentes: demandas de autonomía en Santa Cruz, peleas regionales en Sucre y Potosí, etc. Y ni hablar de lo que una huelga de hambre significaba hace unas décadas en todo el mundo, como lo dejaron en claro los presos del IRA irlandés en la era Thatcher: la disposición a morir… y murieron. Lo mismo ocurrió, hace unos pocos meses con el cubano disidente Orlando Zapata: dejó de comer hasta morir. En definitiva, en esa amenaza reside la eficacia del método. Ahora se suman los periodistas a nuevas huelgas de hambre masivas, en las que se hace huelga hasta que una “baja médica” genera un reemplazo por otro ayunador, y el objetivo –como se vio en Santa Cruz y Potosí- ya no se vincula con el uso del cuerpo como armas de lucha sino con el número de huelguistas, lo que transforma a las huelga de hambre en manifestaciones de ayunadores. Una vez, el presidente Argentino Raúl Alfonsín le respondió con un inoportuno “A vos no te va tan mal, gordito” a un manifestante que le había gritado “tenemos hambre” en un acto en la Patagonia en los años 80. El presidente Evo hizo alguna broma similar sobre que a algunos ayunadores no les vendrá mal una dieta. Honestamente, como periodista, me cuesta cubrir las huelgas de hambre y creerle a los huelguistas (aunque muchos seguramente se tomen en serio su ayuno). Por eso no logra dramatismo la medida, pese a la carta que ayer publicó El Deber, de José Pomacusi al “Choco” Rivero, resaltando el riesgo físico que asumió el director del mayor diario cruceño al sumarse a los piquetes. Personalmente, creo que debe discutirse el artículo 16, y me parece que una ley necesaria como la del racismo será más eficaz para lograr sus metas cuanto más legitimidad social tenga en su origen. Me parece también que el atrincheramiento oficialista no conduce a una profundización igual de necesaria del proceso de cambio, ni que debe reaccionarse a cualquier conflicto acusando de agentes de la CIA a sus protagonistas. Pero también creo que hay que discutir en serio la libertad de expresión y el derecho a la información. No me gusta recibir el apoyo como periodista de medios golpistas venezolanos que participaron del intento de derrocar a Chávez en 2002, y a los que las sanciones de la autorregulación parece no haberles llegado. Tampoco estoy seguro de que el "frente de la prensa" agrupe armónicamente a dueños y trabajadores (periodistas), que deberían  tener voz propia en este entierro (si es que en verdad asistimos al entierro final de la libertad de expresión). Y discúlpenme: esto no tiene nada que ver con la dictadura de Hugo Banzer. Todos queremos ser héroes de nuestras grandes o pequeñas causas, pero quienes luchaban contra la dictadura arriesgaban su vida, hoy no. Y un dato: si bajo la democracia un medio fue cerrado (RTP) hoy no se acalló a ninguno. Hablar de totalitarismo –no se como estos compañeros llamarían entonces a dictaduras efectivamente dictatoriales- no contribuye a discutir los déficits democráticos reales que enfrenta nuestro país, y que por más o menos graves no son nuevos. Pero si en Brasil medios de derecha dicen que Lula es como Mussolini, la batalla por los matices ya está perdida de antemano.

jueves, 28 de octubre de 2010

El bloqueo de Estados Unidos a Cuba o 50 años de soledad


Dmitri Bábich, RIA Novosti
 


Hace 50 años, el 19 de octubre de 1960, el Gobierno de los Estados Unidos impuso un embargo comercial contra Cuba que acabaría convirtiéndose en el bloqueo económico más prolongado en la Historia de la Humanidad.
Y a pesar de que ese bloqueo nunca ha sido absoluto, ha constituido un importante experimento, porque  después de aislar ese pequeño país de la economía más potente del planeta durante medio siglo, los promotores de esa aventura demostraron exactamente lo contrario de lo que les habría gustado demostrar.
Resultó que en un mundo altamente globalizado como el actual, se puede sobrevivir sin tener contacto alguno con el principal “sistema económico mundial” (término introducido por el sociólogo estadounidense Immanuel Wallerstein).
Esto implica que “el final de la historia”, pronosticado por la élite intelectual estadounidense en los años 90 del siglo anterior, nunca va a ocurrir.
Es evidente que vivir aislado del principal “sistema mundial” es una experiencia muy dura. Ese hecho parcialmente lo  confirmó el propio Fidel Castro, el pasado mes de septiembre en el hospital, cuando hizo una declaración completamente inimaginable hasta hace poco: el Comandante manifestó que no valía la pena “exportar” el modelo económico cubano, ya que no servía ni para Cuba.
Posteriormente, Castro precisó que no había que tomar sus palabras como la capitulación ante el capitalismo; y, sin embargo, los apuros económicos de los cubanos de a pie son tan evidentes, que sólo los hermanos latinoamericanos más pobres y mal informados sueñan con compartir su destino.
No se consiguió “exportar la Revolución” a otros países, pero tampoco se confirmaron los planes de nueve presidentes estadounidenses que hicieron cuentas de que el régimen castrista no aguantaría con las dificultades económicas.
Las apuestas en este juego aumentaron con el tiempo. En un principio, en 1959, cuando Fidel Castro llegó al poder en Cuba, el Gobierno de Dwight Eisenhower apenas suspendió los viajes de turismo a Cuba, e introdujo un embargo a las exportaciones del azúcar cubano.
Al percatarse de que a los cubanos no les asustaba que su economía quedara paralizada por falta de piezas de repuesto para los equipos de fabricación estadounidenses, el presidente Kennedy  autorizó las incursiones de “voluntarios” anticastristas e impuso un bloqueo marítimo. Entre 1963 y 1977 a los ciudadanos estadounidenses no pudieron viajar a Cuba.
Durante el Gobierno del demócrata Jimmy Carter dicha prohibición fue levantada y empezó a vislumbrarse la posibilidad del diálogo, pero Ronald Reagan, quien sucedió a Carter, no tardó en restablecer en 1981 la mencionada prohibición que, con ciertos retoques, se mantiene vigente hasta el día de hoy.
A lo largo de todos estos años, Cuba no ha dejado de culpar al gobierno estadounidense de haber alzado un muro que separa pueblos y familias. Esta postura es apoyada por la Asamblea General de la ONU, que desde 1992 casi anualmente aprueba resoluciones que instan a las autoridades de EEUU a levantar el embargo.
En su postura obstinada, EEUU suele ser apoyado sólo por Israel, y en algunas ocasiones ha obtenido el respaldo de exóticos aliados como Micronesia, las Islas Marshall o Uzbekistán.
Sin duda, este apoyo no es suficiente para respaldar un bloqueo total, y por esta razón,  no es extraño que la opinión pública estadounidens, sobre todo su sector más liberal, no vea con muy buenos ojos ni el embargo comercial ni la prohibición de los viajes a la isla.
La reciente decisión del presidente Barack Obama de prorrogar las sanciones durante otro año, dificilmente reforzará su popularidad entre sus electores liberales que hace poco tanto se alegraron de poder comunicarse con sus familiares cubanos o de hacerles una visita.
También, es difícil mantener desde el punto de vista moral, sobre todo, teniendo en cuenta las recientes declaraciones de Fidel Castro que en algo recuerdan un cambio de prioridades.
El líder cubano ha dejado de parecer el malo empedernido (como lo presentaban los medios de comunicación de EEUU) ya que por lo menos, es capaz de reconocer sus errores. En una entrevista al periódico mexicano “La Jornada”, por ejemplo, Castro calificó de “una gran injusticia” la persecución emprendida por las autoridades  cubanas contra los homosexuales en los años 60 y 70 del siglo anterior.
Hasta 1979 en Cuba estuvo vigente una la ley que permitía encarcelar o condenar a trabajos forzados a los homosexuales. En 1980, el destino de estas personas se conoció a través de uno de los episodios más trágicos y a la vez más cómicos del bloqueo estadounidense a Cuba.
En aquel momento, del puerto cubano de Mariel salieron rumbo a EEUU los  barcos de la llamada “escuadra de la libertad”. El permiso de su salida había sido negociado largamente por los EEUU que se empeñaban en que las autoridades cubanas dejaran abandonar la isla a los presos políticos y otros disidentes.
No obstante, resultó que entre los 125.000 pasajeros de la “escuadra”, aparte de disidentes a quienes el presidente Carter les prometió asilo político, había expresidiarios, personas con trastornos psíquicos y muchísimos homosexuales.
En palabras de la prensa estadounidense, se trató de una “cruel broma del Comandante”. Se supo que para poder salir de la isla bastaba con presentarse a una comisaría de policía y declararse homosexual.
Teniendo en cuenta que en aquel momento en EEUU la tolerancia hacia los homosexuales era menos condescendiente que la existe en la actualidad, seguramente Carte pudo apreciar todo el encanto  del “regalito” que le envió Castro.
Pero, ¿a qué se debe el actual cambio de prioridades en Cuba?
Es probable que este hecho tenga que ver con que el país está adoptando paulatinamente el camino hacia la economía de mercado.
En una reciente declaración, el presidente de Cuba,  Raúl Castro anunció que en el marco de las reformas en curso, reducirá en 500.000 las plazas de los funcionarios públicos. Para un país con 12 millones de habitantes semejante cifra es más que considerable.
Los despedidos,- añadió Castro,-  deberían buscar empleo en el sector privado, y en estas condiciones, el lema de antaño “socialismo o muerte” comienza a tambalear.
Cuba poco a poco se está integrando en el “sistema mundial”, del cual lleva medio siglo excluida. No obstante, los empresarios de Canadá y Europa Occidental desde hace tiempo ignorando las prohibiciones de EEUU, operan con todo éxito en Cuba y por lo visto, no tienen planes de salir.
En EEUU también quedó atrás el período de fuerte “presión” hacia aquellas empresas extranjeras que no observaban el embargo.
Y no obstante, merece la pena recordar la famosa Acta de la libertad y la solidaridad democrática cubanas, más conocida como la Ley Helms-Burton, que fue aprobada en los años 90, cuando se esperaba la desintegración completa de los países del “bloque socialista” y que debería de arrastrar consigo el gobierno en Cuba.
Pero la vida resultó ser más complicada e impredecible que cualquier veredicto ideológico. Quizás, por esta razón,  EEUU debería ceder y empezar a interactuar con Cuba por lo menos tal como lo hizo con la Unión Soviética en la época de Brézhnev.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Mis derechos civiles y políticos



Cuando ejercía las funciones como Defensora del Pueblo (DP), entre abril del 1998 y el 2003, el Dr. René Blatmann, notable jurista y actualmente juez de la Corte Penal Internacional, me sugirió interponer un recurso de inconstitucionalidad contra la Ley del DP por considerar que ésta violaba mis derechos civiles y políticos. En su opinión, era inaceptable que se exija a ningún funcionario/a que se abstenga de optar a un puesto electivo durante los cinco años posteriores a la terminación de su mandato.Le di la razón en cuanto a que evidentemente ese artículo implicaba la restricción de un derecho constitucional, pero le respondí que optaba por el bien mayor: al ser la primera Defensora del Pueblo consideraba importante dejar sentado que la institución no debía servir como trampolín hacia la política como ocurrió en otros países. Fue así que si bien me hubiera gustado participar de la Asamblea Constituyente y aceptar una de las varias invitaciones para postularme pero decidí mantener mi decisión intacta.
Como les consta a muchos militantes políticos, entre ellos Oscar Eid, en el Defensor nunca se discriminó ni se favoreció a nadie por sus ideas y se atendió todas las quejas sobre violaciones a los derechos humanos con igual prontitud y esmero. Nadie puede acusarme/nos de lo contrario a riesgo de ser malintencionado o, en el mejor de los casos, mal informado.
Pero volvamos al punto con el que inicié esta nota. Esa abstención consciente a ejercer mis derechos civiles y políticos en resguardo de una institucional que quise proteger, se prolongó durante los cinco años que duró mi participación, en la creación primero y la dirección después, de la Fundación UNIR Bolivia, institución no gubernamental pluralista dedicada a la construcción de paz mediante una serie de acciones convergentes a desarrollarse en el mediano y largo plazo. La neutralidad con que debía llevarse adelante sus tareas así lo exigía.
Hace ocho meses que dejé UNIR para dedicarme de lleno a cosas que añoraba hacer como pasar más tiempo con la familia, leer y escribir. La decisión de aceptar la invitación para postularme a una senaduría la he realizado pues como una ciudadana en pleno goce de sus derechos civiles y políticos, que cuando le cupo cuidó hasta el extremo el no afectar la independencia de ninguna institución, incluida la del periodismo.
No he vuelto a ejercer el periodismo desde 1998 en que asumí las funciones de Defensora del Pueblo, haciendo una clara separación entre la profesión y el mundo público. ¿Que si mis reparos fueron excesivos?, posiblemente, pero debo admitir que me siento no solo tranquila sino consciente de haber trazado una línea no imaginaria sino real entre ambos espacios. La experiencia vivida me sirvió para mirar a la profesión con otros ojos. Los de quien ha podido verla desde fuera aquilatando sus bondades pero también los peligros que se ciernen sobre ella tanto en lo que hace a la integridad física de los y las periodistas como a la politización de algunos medios. Desde el lugar que ocupe seguiré velando por esos valores tan caros al gremio como son la defensa de los derechos humanos, la verdad, la libertad de expresión, la responsabilidad social del periodismo y el derecho de la ciudadanía a una información con calidad.
Mi ingreso a la política ha generado y estimo que seguirá generando todo tipo de reacciones. Las recibo como parte del costo de ingresar en el mundo público y como una muestra de la polarización en que vivimos. Nos quejamos mucho de lo que pasa en el país, nos pasamos la vida diciendo lo que debiera o no hacerse, tirando piedritas a las ventanas del poder pero sin animarnos a cambiar las cosas por dentro. Y digo nos porque yo también era parte de ese coro de la tragedia griega hasta la semana pasada. Pero el horror a que nos dividamos y la preocupación porque se frustre un proceso que puede permitirnos construir un país con equidad y justicia, ha hecho carne en mí durante este tiempo de retiro y me ha decidido a dar el paso. Ha pesado en mí la convicción de que no puedo negarme a brindar mi esfuerzo al ánimo de tender puentes y concertar que me ha manifestado el Presidente Evo Morales y que considero imprescindible. Esto no me impedirá mirar críticamente el proceso por considerar que sus defectos o excesos no podrán enmendarse con odios y animadversiones sino entendiendo a cabalidad el momento excepcional que nos ha tocado vivir. Todos y todas tenemos nuestra cuota de responsabilidad en ayudar al éxito de quienes se han propuesto dejar atrás una larga noche de injusticias y opresión.
Al igual que los indígenas, las mujeres estamos conquistando un espacio de igualdad en el mundo político donde quisiéramos marcar una diferencia. Amo a Bolivia, amo a mi gente, siento un compromiso profundo con su futuro y en particular con los humildes y su destino. Creo que se necesitan personas que desde el interior de la Asamblea Legislativa Plurinacional ayuden a articular los acuerdos que se requieren para consolidar los cambios, escuchen las ideas ajenas con respeto y se propongan dar forma al nuevo Estado que surgirá de la NCPE pensando en el Bien Común. Encuentro un privilegio poder ser una de ellas. Este ha de ser el último y ojala fructífero esfuerzo que emprenda, con la necesaria modestia pero con total convicción, porque las y los bolivianos nos entendamos y construyamos para nuestros hijos, hijas y sus descendientes un país sin odios, racismo, ni regionalismos mal entendidos. Un país, en suma, donde como dice Carlos Hugo Molina: todas y todos nos sintamos cómodos.


martes, 26 de octubre de 2010

DOÑA ANITA





Tinku Verbal - Andrés Gómez Vela


La conocí en la Universidad como Anamar. En el periódico Presencia me enteré que era postulante a la Defensoría del Pueblo. No era mi candidata. Quería que el Congreso de la República elija a Rafael Puente. En mi opinión, Ana María Romero de Campero era funcional al sistema de la partidocracia (eran tiempos de dura resistencia al neoliberalismo apátrida).

Doña Anita hizo trizas mis sospechas basadas en su procedencia de clase e historia política y me enseñó que en tema de personas mejor guiarme por juicios y no por prejuicios. Sus frutos hablaron por ella a lo Martí: la mejor forma de decir es haciendo. El día que presentó un informe en el que afirmó con argumentos que los agentes de la DEA que operaban en el país eran “mercenarios”, disfruté como un niño con navidad asegurada al titular en portada semejante notición que tocaba a la “embajada”, tan temida por los gobiernos de entonces y tan “apreciada” por algunos propietarios y directores de medios.

En Octubre de 2003, me dejó otra vez con la boca abierta cuando decidió iniciar una huelga de hambre para frenar la masacre cometida por Goni y Sánchez Berzaín en El Alto. Puso el pecho, las ideas y sus principios ante las balas de aquel gobierno que mató 67 personas y dejó cerca de 400 heridos.

La primera vez que estreché su mano fue el día que la invitamos con René Zeballos a conducir el programa dominical Hagamos Democracia de la Red Erbol. Amable, franca, inteligente, modesta aceptó nuestra propuesta y la presentamos con bombos y platillos.

En ese lapso, realizó un viaje al exterior y me encomendó suplirle en el programa; al regresar me entregó un presente que está entre mis pocos tesoros personales. Es una cerámica blanca y plana con una leyenda en letras azules que dice: “lo que natura no da, Salamanca no presta”.

Desde ese entonces, sostuvimos largas charlas llenas de lecciones de vida, de valores humanos, de convicciones políticas, de sueños empujados colectivamente y de consejos: “Andrés, si un día llegas a alcanzar la gloria o asumes cargos importantes, nunca cambies; si ibas a pie a todo lado, seguí haciéndolo; si ibas a comprar pan, seguí yendo a comprar pan; si te movilizabas en minibus, seguí subiendo al minibus; de ese modo conservarás lo más valioso que tenemos las personas: humanidad y coherencia”.

Salté de alegría cuando aceptó leer el borrador y escribir en la contratapa de mi libro “Mediopoder, Derecho a la Información”. Fue lo máximo para mí que ella se refiera a las ideas que planteó en esa obra y participe en la presentación.

Un día me habló de UNIR. Doña Anita, siempre deletreando el futuro y buscando la senda de la inteligencia para resolver conflictos y velar por la calidad del periodismo. La última vez que charlé con ella en persona fue en su sala cuando me comentó que quería vender su casa para irse a un departamento y me contó algo de sus planes. Ese día me regaló sus libros, ya los tenía, pero era otra cosa que ella me las dé en persona y autografiadas.

Esa vez, le pregunté si pensó postular a la Presidencia. A la persona que no era mi candidata a la Defensoría del Pueblo, ahora le sugería candidatear a la Primera Magistratura, ¡qué paradoja! “No Andrés, ya no estoy para esos correteos”. Meses después: “Te cuento que acepté ser candidata a Senadora porque es momento de sostener este proceso”. ¡Qué tino! Estaba en el momento que la historia la requería.

La democracia llora por su Primera Defensora del Pueblo, mas los bolivianos estamos seguros que desde el reino de Dios seguirá buscando justicia y bienestar humano a través de cada uno de nosotros.

¡Doña Anita, Bolivia la extrañará y mucho!

Paz y gloria para una mujer extraordinaria

lunes, 25 de octubre de 2010

SABINA, MI BUEN SABINA... TRADUCIENDO LO QUE YA ERA IMPOSIBLE TRADUCIR




AGUA PASADA
SABINA

Lo peor del amor cuando termina
son las habitaciones ventiladas,
el solo de pijamas con sordina,
la adrenalina en camas separadas.

Lo malo del después son los despojos
que embalsaman los pájaros del sueño,
los móviles que insultan con los ojos,
el sistole sin diástole ni dueño.

Lo atroz es no querer saber quién eres,
agua pasada, tierra quemada, que de igual
esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta este saldada.

Las canciones de amor que no quisiste
andan rodando ya por las aceras,
las tocan las orquestas de los tristes
pa que baile don nadie con cualquiera.

Las maletas que llegan sin tu ropa
giran perdidas por los aeropuertos,
la pasión cuando pasa es una copa
de sangre desangrada en el mar muerto.

Remendar las virtudes veniales,
condenar a galeras los archivos,
cuando al punto final de los finales
no le siguen dos puntos suspensivos.

Peor es no saber quién quién eres,
agua pasada, tierra quemada,
que de igual esperarte o que me esperes,
que no seas tú entre todas las mujeres,
que la cuenta este saldada.

jueves, 21 de octubre de 2010

LA PAZ



Dicen que cumples no se cuantas letras de años, pero no creo,desde aaantes estabas con tu espinazo andino reflejando al mundo, con tus hijos construyendo gigantes templos de piedra, con tus isphis gambeteando un lago de mares. La Paz con tus poros de caseras, tu... derrumbe permanente, tus lunares de heladeros, tu abuelas con sus lentes.Pese a todos cada dia estas mas linda, dramática, mujer sabia, Pachamama, anfiteatro de colosales acontecimientos. Aquí, en La Paz los ríos tienen ruleros y los que no,se comen hombres y casas. Aqui en La Paz, se cuelgan Presidentes, las naranjas voltean tanques,los mineros se suicidan dando vida, los llok'allas del Ayacucho sacan gobiernos a mochilazos, se desentierran muertos después de un año, como anticretico. Aquí todo es verdad: tu cielo, tu altura, tus laderas que se chorrean. La Paz mi ciudad con tu jolke en Mumamypata, te has comido las estrellas y hasta tienes graderías con sus amores a medias. Y sigue el hambre marchando lentamente por el Prado, mientras en los pasillos del poder siiguen engordando la mentira. Siigue la morenada todo el año bailando.La pasank'alla sigue dulce y seca, siigue envuelta.Las velas en sus chorizos y peleas, los osiólogos siguen presentando libros sobre hechos que ven en la tele, los maestros de taxi siiiguen jugando campeonatos que se prolongan en espectaculares farras..sigue el Bolivar conquistando títulos nashonales y perdiendo afuera con gran experiencia. LA PAZ MI CIUDAD. Con tus canchas inclinadas,y tus perros disecados,¡¡¡¡utopista, cementerio!!!con tu muelita del diablo.Y siiguen los artigas en la Yungas, la clefa en la Garita, las putitas plurimiltittuttifruti, el acto cívico con el dos-tres,con el mismo tambor, con el mismo sabor, con el mar que sigue si ser nuestro,con la misma pobreza,y la misma queja del que vive aquí a a fuerza,mientras en el preste siiiguen ingresando los cajones de cheva con cargador. Tal vez un poquito has cambiado: la clase media ya es cuarta, ya no hago reir con "La mamada", a los oligarcones ya ni se los ve,La Eloy se ha chorreado en tus esquinas. Por lo demás mientras todo siiiga así, nos quedamos a adorarte, a bancarte con tus euforias y tus dias de regla, a amarte con tus luces y sombras,con ese espectáculo congelado de verte desde arriba,con la cuchillada precisa del cogotero, con tu magnifico crecimiento de pis hacia el sur. La Paz mi ciudad con tus mejillas de laderas y tus marchas sin motivo y tus frutas esparcidas,el montículo, tu ombligo y hasta tienes una ceja que parece un hombro eterno y tu jopo de Illimani...y tus ríos con ruleros. Porque como decía el que dijo: sólo morirás cuando muera el último de los paceños, y eso está difícil..porque siiigue el paceño irrefutable escuchando su radio, tiñéndose el pelo con agüita recalentada en bañador, jugando su cacho en la Perez y así tu siiigues plena, hermosa, dramática,impresionante, tierna, con la nobleza de acoger a jóvenes, señoritas,señoras y caballeros de toda Bolivia y gringuitos más, protegidos por tus gigantes polleras pues todo se recicla,todo se amontona, todo se renueva en los limites de tu amor. La Paz, mi ciudad, gracias por hacernos creer que todo siigue pese a tanta soledad, a la bobalización, a la decapitalización y a otras mamadas que siguen en los discursos,marchas y reencarnaciones de siempre (El Papirri)

miércoles, 20 de octubre de 2010

¿AUTOCENSURA?


Tinku Verbal 
Andrés Gómez Vela
 “Debido a la ley antirracismo emerge la autocensura”, reza el titular de portada del periódico La Razón en su edición del 14 de Octubre para contar que algunos periodistas decidieron recién tener cuidado con los mensajes racistas y discriminadores. Un día después, el (o la) editorialista de ese periódico escribió que la autocensura se produce “cuando el medio o el informador cede ante la presión que siente de fuentes oficiales o privadas, empresas o instituciones anunciantes, o de otros grupos o personas individuales cuya influencia lleva al periodista a cohibirse”. 24 horas antes de aquel titular, uniformaron sus agendas Unitel y otros canales con la psuedonoticia de “la autocensura”. ¡Dios mío! Cuánta razón tenía Germán del Rey, ex defensor del Lector de El Tiempo de Bogotá, cuando dijo que la “autorregulación es el rey de burlas”.

Ese titular y ese editorial se constituyen en la confesión más patética respecto a la ausencia de la autorregulación en el trabajo de periodistas y medios. Vale decir, parafraseando las palabras del (o la) editorialista, el informador no cedió hasta ahora a la presión de su conciencia, que le decía no ser racista ni discriminador, tal y como está escrito desde 1991 en el artículo 7 del Código de Ética de la Confederación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia: “los periodistas no deberán mostrar en sus noticias, programas radiales o televisivos, discriminación alguna contra personas, sean estas por raza, color, sexo, religión, opinión política, origen nacional o social”. En este mismo sentido, el código de la Asociación Nacional de la Prensa (2007), en su artículo 7, dice: “las discriminaciones raciales, sociales, étnicas, religiosas, de género, de sexo, procedencia geográfica, incapacidad o apariencia física, deben estar erradicadas de los medios, que tienen obligación de dar un trato respetuoso e igual a todas las personas e instituciones”.

Por si fuera poco, el Consejo Nacional de Ética aprobó un código en 2009, que en su artículo 9, en la parte del deber ser del periodista subraya: “acatar y promover el respeto a la legislación referida a proteger los derechos de las personas –sin discriminación alguna- en el marco de la diversidad humana, cultural y social”. Si ya tenían normas éticas -que son más poderosas que las legales- que prohibían mensajes racistas y discriminatorios en los medios, ¿por qué no cumplieron los periodistas sus propios códigos? ¿No sabían? ¿Les valió un pepino? ¿No creían que era importante? ¿Por qué han esperado que llegue una ley para evitar lo que ya les prohibía hacer sus normas de autorregulación?

Si falla la ética, viene la ley. Dicho de otro modo, si fracasa la autorregulación, llega la regulación. Entonces, mal pueden hablar de una autocensura, deberían hablar de una autorregulación fracasada, al menos en este aspecto. La autocensura no se da cuando hay una disposición ética vigente aprobada voluntariamente por periodistas, esa venda mental es producto del miedo causado por un poder de facto con capacidad de rebasar la ley.

Cuando constatas que en los medios de información confunden la autorregulación con la autocensura dan ganas de dejar en blanco tu columna, como lo hicieron algunos otros opinadores, pero en protesta contra los periodistas que violan el derecho a la información y la libertad de expresión de diez millones de personas. Pero, pesa más la responsabilidad.

El desconocimiento de las normas es una de las causas de la pelea entre dioses que hay



en este momento. Los dioses del gobierno, que cree tener la verdad absoluta en la Ley de lucha contra al racismo y no admite cambiar ni una coma; y los dioses del periodismo que creen que viven en el Olimpo y están convencidos que son intocables.

domingo, 17 de octubre de 2010

Libertad era un asunto, mal manejado por diez (*) Arturo Choque Montaño

Arturo Choque Montaño




Madrugada de enero. Un fuerte contingente policial y militar ingresa violentamente a una población civil. Ocho caimanes cargados con tropa militar y 14 camionetas con efectivos policiales, que han ensayado bien su táctica, amedrentan a los campesinos que hacen vigilia, los encierran en un par de depósitos y se dirigen a la emisora comunitaria, destruyen los equipos, se incautan de abundante documentación, secuestran el transmisor y se alejan del lugar disparando al aire.

La intervención no se produjo en tiempos de dictadura, ocurrió el 22 de enero de 2002, durante la presidencia de Jorge Tuto Quiroga. Para mayor precisión histórica, horas antes de recibir en su despacho a una delegación de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y a un par de días de suscribir la Declaración de Chapultepec en ocasión de la Conferencia Hemisférica sobre "libertad de expresión".

No hubo periodistas de luto, portadas en blanco, desgarre de vestiduras y los directores de los medios, en vez de montar una huelga de hambre, cenaban junto a la SIP, brindando por la "libertad de prensa".

Octubre de 2003. La violencia estatal, que comienza a cobrar víctimas en El Alto y La Paz, ya se ha cebado con sangre rebelde de Warisata. Se intervienen radios en el altiplano paceño, Radio Pio XII de Oruro sufre un atentado con explosivos. En La Paz el Ministro de Salud "sugiere" a los canales transmitir "música alegre" y el yerno del Presidente manda a carajazos a los periodistas del canal estatal a sustituir las imágenes del día por otras de archivo donde la ciudad de El Alto aparece en una apacible jornada electoral.

En esos días, algunos de los periodistas, que hoy marchan defendiendo la libertad de expresión, eran los esquiroles que saboteaban las huelgas contra la censura y la imposición de agenda desde la Plaza Murillo. Quienes ahora escriben editoriales inflamados de ímpetu libertario eran los que nos pedían darle al poder corrupto y asesino "el beneficio de la duda". Eran esos mismos que secuestraban ediciones listas para imprimir, los que le siguen conculcando a sus lectores el derecho a informarse, esta vez vistiendo sus portadas de blanco.

25 de enero de 2008. Sucre se despierta con resaca luego de la orgía de odio y humillación contra los indios emprendida por la "culta" burguesía local. Las páginas del periódico Correo del Sur, hoy uno de los abanderados de la lucha conta la "censura", construyen una fábula con pocas pinceladas de realidad. Hablan de "enfrentamientos" de "campesinos" contra "ciudadanos", arrebatándoles a los primeros, con la discriminación más infame, el ejercicio de su ciudadanía, reservada, según el matutino, para los citadinos. No fue lapsus cálami, sino el ejercicio consciente del colonialismo más abyecto.

Hoy los medios intentan vender otra falacia: estar a favor de una ley contra el racismo, para todos, excepto ellos mismos. Por algo le temerán.



* Piero, en "Para el pueblo lo que es del pueblo"

miércoles, 13 de octubre de 2010

HUMOR RACISTA




El Papirri...

Los años 2006,2007 y 2008 sufrí bastante por este asunto de las
expresiones racistas en las calles, en los medios, en los teatros, la
mayoría de ellas referidas a “indio e mierda” y dirigidas al
Presidente Evo. Se volvió triste para mí ir a dar conciertos en Santa
Cruz, mientras esperaba la prueba de sonido en el hotel, prendía la
tele y empezaban los insultos al Colla e mierda, o sea a mí, que
acababa de llegar a tocárselos, a divertirlos, a sensibilizarnos. En
el boliche-era un buen lugar, digamos de clase media alta cruceña
donde trabajé por 15 años dando recitales- empezaban a llegar los
comensales, al verme blancon desplegaban la lengua reclamando que los
indios de mierda se estaban entrando hasta la hacienda de papá. El
taxista afirmaba-sin conocerme- que yo era de Tarija, que tenemoj que
hacer otro paij puej y voltearlo al indio y mierda. Una vez no pude
mas y le dije oiga porque Ud. no se mira al espejo con su cara de
sirionó? Frenó en seco y me saco a empujones del auto con guitarringa
y todo.

Otra vez fui contratado para tocar en medio de la función de Chaplin
Show, una empresa de humor hecha por collas cochabambinos y orureños,
prospera, en pleno Equipetrol. Antes de salir a escena me vino nauseas
por los chistes come collas, donde el indio era una bestia, el colla
un burro, las carcajadas salpicaban whisky importado como parte de un
circo romano. Salí a escena de mal humor, sin éxito alguno. El asunto
rebalsó cuando en otro boliche de trovadores un cruceño estiró la mano
y me tapo la guitarra diciéndome que tenía que cantar Viva Santa Cruz,
nuestro himno ¡ escupía sulfúrico. Le dije que yo solo sabía dos
himnos, el de Bolivia y el de mi colegio, que no sabía tocar aquella
canción compuesta por el orureño Gilberto Rojas. En el entretiempo el
susodicho ingresó al camerino con varios alterados diciendo colla y
mierda y que no me dejarían tocar si no interpretaba música cruceña.
Las que más agredían eran sus bellas mujeres. Decidí retirarme al
hotel y no volver a tocar en Santa Cruz hasta que los aires racistas y
violentos dejaran de contaminar, o sea hasta hoy.
En el 2008 acepté una oferta laboral de la compañía de humor Tralala
Show, cuatro meses de funciones con un solo día de descanso a la
semana, tanda y noche y un excelente salario. Me dieron un sketch con
una actriz que hacia de limonera potosina antes de que cantemos juntos
la canción Bien le cascaremos. Al leer el guión me sentí mal, me
acorde de mi comadre Cornelia Veramenti del Grupo Norte Potosí. Yo
tenia que actuar del k’arita que la había embarazado- y por lo tanto
violado- y decir como pues, como pues, yo no he sido. Entonces le dije
a la directora que no haría ese papel solicitando otro guión.
Inteligente, me desafió a que yo hiciera el guión, entonces vino mi
primera experiencia creando un sketch interesante donde la limonera se
expresaba de manera racista contra mi, llena de prejuicio gracioso y
al final superábamos el entredicho pues la canción que le gustaba
había sido compuesta por el blancon. La limonera era una excelente
actriz, Marianela Molina Travesi. De lo que no pude librarme en esta
gira fue del sentimiento de asfixia cuando desde bambalinas escuchaba
como otra actriz decía que el Presidente Morales debería ser
entrevistado en Animal Planet.
No es necesario vilipendiar a nadie para hacer reír. No es necesario
humillar al prójimo para generar carcajadas. Llegó la hora de que
varios humoristas bolivianos replanteen la cosa, se serenen y dejen de
humillar a las abarcas, a la hoja de coca, a lo indígena. Será el fin
del humor colonial ? No creo, son estancias perdurables. Este momento
debería ser mas bien un desafío para que de manera creativa se
traten de equilibrar los mensajes escénicos y desarrollar una comedia
que nos refleje sin necesidad de avasallar al otro; reír con alegría
genuina, con sorpresa de niños, con inteligencia y sutileza sin
necesidad de mierdear a nadie. Ni en la calle, ni en la radio, ni en
el escenario. Si no, van a generar la respuesta del otro extremo con
el humor anti-k’ara que me va hacer renegar de nuevo y yo solo quiero
reír, che.

martes, 12 de octubre de 2010

Ley, racismo y números (os) mentirosos o soy feliz,vamos que la vida es una lucha


Llego a la plaza 24 de Septiembre de Santa Cruz. Son las once de la noche y es domingo. Hace calor, unos 26 grados y hay mucha gente paseando y charlando. También están instaladas varias carpas con fotografías antiracistas, tapas de periódicos, pancartas, un piquete de huelga de hambre y mesas recogiendo firmas. No al racismo, abajo la dictadura, viva la libertad (de expresión), la lucha contínua… Uy, como cambian las cosas, me digo: una “performance” izquierdosa en el centro de “Santa Puej”. No veo ninguna fotografía ni polera del Che. Eso me comienza a extrañar. Asomo la cabeza sobre la carpa de los huelguistas y veo al director del periódico más importante del país, El Deber de Santa Cruz, Pedro “Choco” Rivero. Tiene una polera blanca que dice: “La lucha continúa”. Está durmiendo, es su primer día de huelga de hambre. En su vida. Extraña huelga liderada por los directores y jefes, me digo, otra vez. Me acuerdo de 2000 y la guerra del agua, de 2003 y octubre negro. Ahí las huelgas por la libertad de expresión las hacíamos porque se censuraban enfoques, se paralizaban suplementos ya impresos, por órdenes del palacio gonista. Y entonces a los que veo marchando y haciendo “happenings” en las calles ahora, no estaban. Y los directores y los jefes no hacían dieta. Incluso ahora marchan algunos periodistas deportivos, ésos que te decían: “nosotros cubrimos deportes, no hacemos política”. Cuando algunos hacían huelga (total, no de “brazos caídos”), otros (incluido los deportivos) trabajaban para sabotear los paros y sacar el periódico censurado a las calles. Ahora, a ésos que miraban para otro lado cuando se mataba gente en Warisata, en El Alto, en Ovejuyo (y titulaban con “emboscada indígena mata gente” les veo con poleras de “La lucha contínua”. Y me legro mucho. Soy feliz, vamos que la vida es una pelea. Bievenidos (aunque sea muy tarde y “nadies” les crea) a todos los colegas que ahora se declaran anti racistas. Más vale muy tarde que nunca. Me gustaría haberles visto denunciando la masacre de campesinos y normalistas en Porvenir. Condenando la paliza a Saisari en esa misma plaza 24 de septiembre a manos de sicarios por órdenes de terranientes. O solidarizándose con los muertos de Pananti en 2001. Con los cocaleros apaleados. Con los indígenas golpeados en el golpe cívico prefectural. Con Nancy Rojas, la niña que recibió una bala de guerra en el corazón mientras estaba en su cuarto en Warisata, en septiembre de 2003. Con los hermanos humillados y ofendidos en la plaza 25 de mayo en Sucre hace dos años. O bailando en un concierto anti racista con Ukamau y Ke, Scoria o la Marraqueta Blindada. Nunca los ví. Pero me alegro y soy féliz. Especialmente porque, por fin, se quitaron la máscara. Caras y más caras al descubierto. Años deseando que los medios de comunicación privados (el 80% del total, que linda dictadura) se quiten la careta y digan lo que nunca dicen: qué modelo quieren, a quien apoyan, a quien no quieren ni querrán nunca. En otros países, se dice a las claras y todo el mundo sabe por donde pisa. En nuestra Bolivia, los mass-media eran neutrales, objetivos, imparciales, sólo estaban con la democracia (aunque miraban con risitas intentos golpistas, pero eso es “pecata minuta”). Enterrada la derecha neoliberal y sus mega juntuchas, pasaron a tomar la posta, se convirtieron en agentes activos, en actores políticos, en la primera línea de la barricada. Pero jamás lo reconocieron abiertamente. Ahora sí y me alegro.Por fin. Entraron a jugar a la cancha cuando el partido ya está terminado. Cuando su poder de influencia es casi nula, en un afán de recuperar su vieja aureola. ¿Cómo se entiende que un gobierno gane por goleada cada elección importante por más del 60% con el 80% de los medios en abierta oposición? Se llama: pérdida brutal de influencia. ¿Será que la gente al final no es tan zonza? Será, pues. La democracia está de luto, el periodismo se muere, la libertad de expresión se termina. Y todos los días veo horas y horas, páginas y páginas intentándonos convencer que caminamos hacia Cuba, hacia la dictadura más atroz. Extraño autoritarismo que permite en algunos periódicos sacar avisos (¡a página entera en la contratapa!)de los trabajadores que no quieren la ley anti racismo oponiéndose a la línea ideológica de los dueños. Las redacciones en los años sesenta, setenta y ochenta estaban llenas de izquierdosos, luchadores anti fascistas contra las dictaduras. Con los despidos, solo quedó la derecha y un amplio ejército de juventud desideologizada, que marcha por primera vez, que se pone una polera con “la lucha continúa”. Otros, simplemente, acompañan para no perder la pega, por temor al desempleo. Quieren recoger un millón de firmas para convocar un referéndum y tumbar dos artículos que impide propagar mensajes racistas (con condenas de cárcel y retiro de licencias). Alemania es un país atroz y salvaje donde te caen 6 años de prisión si niegas el holocausto nazi. España condena el ultraje a la monarquía que nadie ha elegido. En todos los países se limita la libertad de expresión, pero en Bolivia algunos marchan para que se siga discriminando y otrificando impúnemente. ¿O no tiene nada que ver con eso? Saben perfectamente que no va a llegar al millón de firmas. Y no quieren negociar el reglamento. ¿No es la misma actitud que la derecha autista que delegó su tarea de oposición legítima y necesaria en el parlamento? ¿No es lo mismo que hicieron los “escuálidos” en Venezuela cuando dejaron en manos chapistas la última Asamblea para luego admitir el error y volver al Parlamento? Doy unas vueltas por la plaza 24 de Septiembre y un colega me entrega un papel firmado por El Deber: “A favor de la ley contra el racismo y la discriminación pero en contra de los artículos 16 y 23 que coartan libertades”, titula. En su párrafo seis dice: “Consideramos un exceso las propuestas de cerrar medios o encarcelar perxonas tomando en cuenta que la Carta Magna aprobada por el actual gobierno en 2009 establece….”. Que curiosa forma de contar la historia. Bueno, la misma de siempre. La actual Constitución fue votada y respaldada por dos tercios por primera vez en la historia de Bolivia, previa Asamblea Constituyente elegida por sufragio universal. Colegas, no fue aprobada por el actual gobierno. En la contratapa de los colegas de redacción de La Razón, leo al final: Rodillazo no libre prensa sí. Y, ¿qué tiene que ver un agresión del presidente en un partido de fútbol caliente con este conflicto interesado? Nada. O todo. Puedo seguir con ejemplos que desnudan las verdaderas intenciones de las marchas, de las huelgas de hambre, de las recogidas de firmas de algunos periodistas, pero me encuentro con un amigo que trabaja en la Cainco. ¡Qué lindas son las noches en Santa Cruz!, le digo. Oye, viejo, no tendrás por ahí esas poleras verdes y blancas que sacaron ustedes hace unos añitos con el lema “2/3 es democracia”? ¿Será que me puedes regalar unas cuantas? Seguro que tienen hartas todavía. Desaparecieron, compadre. Se ríe pero al final no me regala las camisetas. Me voy a tomar unas chelas con un amigo cumpa de El Deber. Por ahí, él me puede conseguir la polera que desapareció de Santa Cruz. 16, 23, dos tercios, marchas multitudinarias de 20 tipos y el millón de la dignidad. Los números mentirosos (como los medios) me marean ¿o serán las chelas?

RICARDO BAJO

Una conversación deliciosa... con Carlos Hugo Morales


Quiero compartir con ustedes un cruce de mensajes con Carlos Hugo Morales Editor de Internacionales del Periódico El Deber a partir de nuestras posiciones acerca de la libertad de prensa, es de lo mas delicioso...



Ángel Careaga:

Hace unos años dos tercios era democracia y ahora dos tercios es dictadura, en El periódico La Prensa se prohibía distribuir una edición por ordenes de Antezana (ministro de Goni) y nadie ponía listones negros en sus ediciones, es mas UNITEL mostraba películas mientras se mataba gente en El Alto, sus titulares ponían en duda lo que pasaba en la plaza principal de Sucre y unas hermosas poleras nos recordaban que 2/3 es democracia, así se manejan las cosas?



Carlos Hugo Morales:

habría que contar la historia completa, no? hablar también de los "periodistas" que azuzaron el caos y el derrocamiento de un presidente constitucional, que quisieron usar las páginas de los periódicos para hacer política con asesoramiento de las ONGs, y utilizaron las radios para llamar a la confrontación y hoy son los paladines de este "proceso de cambio", o nos olvidamos de esa parte de la historia? pero es parte del debate. El artículo ya está en el muro, no te preocupes. Un abrazo, Carlos.-



Bueno genial! No es verdad? Carlos Hugo Morales Defiende abiertamente de manera permanente a los periodista y la supuesta libertad de expresión que están perdiendo, sin embargo identifica y reconoce abierta y voluntariamente que existen periodistas que hacen apología del delito, llaman a un alzamiento armado, derrocan presidentes constitucionales, buscan asesoramiento en Organismos internacionales y hoy son defensores de partidos políticos.....



Cierro con una pregunta, a alguien le queda alguna duda de que el periodismo necesita urgentemente una ley y una reglamentación que controle su trabajo?



Carlo Hugo Morales, con el respeto que te tengo por el trabajo que realizas, me has abierto los ojos hoy ampliamente, no solo nos debemos reconocer racistas y discriminadores sino además aparentemente los periodistas tienen el poder de delinquir abiertamente y sin que exista ninguna instancia que los penalice, hoy me queda mas claro que nunca que es urgente una ley… GRACIAS!!!!!

lunes, 11 de octubre de 2010

Paradojas periodísticas de Andrés Gómez Vela

Angel Careaga Paradojas periodísticas
Andrés Gómez Vela

Estos días, centenares de periodistas se convirtieron en noticia de tapa, fabricaron realidades en un accidentado escenario de paradojas y licencias mentales; veamos algunos:

Escudo constitucional.- Parte de ese grupo de asalariados intelectuales, que se gana la vida vendiendo su fuerza de trabajo, usó como escudo la Constitución que despreció cuando nacía. Los empleadores –invisibilizados en Unitel, Red Uno y otros canales- que viven de las ideas que producen aquellos y aquellas, utilizaron como espada el documento “manchado de sangre” para defender sus “licencias”. Ayer no les servía, hoy les fue útil para decir con la más absoluta libertad que no hay libertad de expresión.

Mimados.- Desde el nacimiento de Bolivia, ningún gobierno (como el MAS) había hecho una Constitución a la medida y exigencia de los periodistas en materia de información, comunicación y libertad de expresión (artículos 106 y 107) a tal extremo de constitucionalizar sus códigos de ética, pero ningún otro había sufrido de parte de sus mimados tanto ataque y denuncias de violación a la libertad de expresión.

Defienden lo que violaron.- En octubre de 2003, un periódico (La Prensa) censuró titulares, notas y evitó la publicación de un extra que reflejaba la fuga de Goni; varios canales de Televisión (otra vez Unitel) pasaban las películas más taquilleras de Hollywood en lugar de informar acerca de la masacre de El Alto (67 muertos y casi 300 heridos). Dicho de otro modo, hace siete años mataron la libertad de expresión y el derecho a la información de todo un pueblo, hoy querían resucitarlo, defendiendo lo que no defendieron aquella vez cuando más debían hacerlo.

Empleadores.- Algunos de los sujetos que defendieron la libertad de expresión no pagan a a las AFPs, ni a los seguros de salud, ni salarios a tiempo, condenando a su “mano de obra” a condiciones infrahumanas (ni internet tienen en varios medios), donde la producción intelectual sufre inanición; pero sí han sido capaces de titular que la “democracia ha muerto” (El Diario) como si la democracia sólo fuera un verbo. Las malas condiciones de trabajo y la violación de los derechos laborales afectan la independencia del informador, lo que a su vez golpea la calidad de la noticia y viola los derechos a la información y comunicación de la gente a quienes se supone sirven.

Manipulación.- La cobertura sobre la ley de lucha contra el racismo probó la discriminación. Un centenar de propietarios, una decena de dirigentes y casi medio millar de trabajadores de medios pesaron, en el mundo mediático, más que 10 millones de bolivianos titulares del derecho a la información. Se entrevistaron, preguntaron y se titularon según sus intereses, al resto, a la mayoría, ni les preguntaron sus pensamientos, menos a las organizaciones que habían propuesto el inolvidable artículo 16; y si lo hicieron fue para completar la noticia, no para equilibrar el “titularzango” (como dirían en Riberalta). Los discriminados no entraron al teatro mediático, solo los discriminadores se lucieron hablando de la “ley mordaza”, diciendo lo que querían. Mi vecino, intrigado, me preguntó: ¿dónde está la mordaza si dicen lo que quieren?

"Pollos de granja".- A las paradojas periodísticas se suman las del gobierno. Evo Morales fue iluminado por cámaras de televisión, sobredimensionado por ondas de radio y acunado por plumas inteligentes antes de llegar al poder, ahora se ha convertido en el enemigo de los intérpretes de la realidad, a quienes llama “pollos de granja”, “bubuzelas”. No ofende, sólo da pena presenciar esta especia de parricidio.

Finalmente, una duda: ¿por qué no logró apoyó el movimiento? Una hipótesis: los periodistas han dejado de ser delegados natos de la sociedad en el ejercicio de su derecho a la información y la libertad de expresión no se resume a una página en blanco.