jueves, 7 de agosto de 2014

OLVIDADOS... A la sombra de los Cóndores



Seguramente las dictaduras en Latinoamérica son temas que cada vez se alejan más de la epidermis de la sociedad, y es que luego de más de 30 años de haber recuperado la democracia, las nuevas generaciones difícilmente revisan con seriedad estos hechos que el poder tuvo la capacidad de ocultar hábilmente, inclusive, como parte del costo que significó recuperar el tiempo democrático para todos.

Hace unos días, debo confesar que fui muy entusiasmado al cine para ver ‘Olvidados’,  y como dijo Marcela Arauz,  aún quiero olvidar que fui a verla. La película en resumen y con buena calidad técnica, muestra y narra escenarios que se desarrollaron durante la incursión del Plan Cóndor en varios países de Latinoamérica, pero rápidamente se sitúa en Bolivia como centro de las historias que contarán de un militar, que como muchos, decidió arrebatar de los brazos un bebé a una joven madre, privándole del maravilloso milagro de dar vida y de acompañar esa vida. El tema es sensible y dramático de por sí, no hace falta mucho esfuerzo pala hilar la dimensión de lo que representa este hecho, seguramente el más frio y calculado por parte de la casta militar de esos tiempos, lo lamentable es cómo se recrean las formas y no el fondo, cómo se atropella el impacto de lo que significó este tiempo en la región, con alegorías o dramas  que casi rozan en la novela mejicana, para buscar (imagino) sobrecoger al público en torno a una historia contada con recursos muy básicos y que hacen dudar de un trabajo de guión muy serio.


‘Olvidados’ intenta mostrar los fantasmas que persiguen a un exjefe militar y que decanta, luego de un ataque al corazón, en la confesión a través de una carta a su ‘hijo’, en la que le confirma que él no es su padre; cuenta también a tropezones lo que se vivía en los centros de torturas instalados para los presos políticos, sin exponer de manera responsable la dimensión de esas detenciones clandestinas, seguramente para darle sustento a un monólogo de una de las protagonistas de la película, que es al menos insultante para quienes han sufrido verdaderamente una detención de este tipo o para sus familiares, dando prácticamente la razón al discurso militar sustentado por años en que estos presos se trataban de extremistas terroristas y que lo único que querían era acabar con el orden y las libertades.  En un intento muy mal logrado en guión, una vez más, se pone en un mismo nivel a militares y a gente de pensamiento político de cambio. 



Pero si hay algo que realmente estuvo a punto de levantarme de mi asiento, fue el personaje en la oficina de migración, una dedicada edición de imágenes para contextualizar que estamos en el Estado Plurinacional de Bolivia donde se flamean Whipalas y los funcionarios estatales acullican coca, sirven de preámbulo para mostrar la peor cara de un funcionario público, arrogante, autoritario, atropellando derechos, y lo peor, torturando emocionalmente a una persona, exactamente en paralelo mientras se narraban las historias de los jóvenes que años atrás eran torturados y vejados por los militares que arrebataron el poder;  y es que no se trata de negar que los funcionarios públicos actuaron y siguen actuando así, se trata de que si una película me propone una reflexión en torno a lo profundo que hirió el proceso militar a la sociedad latinoamericana, no necesita mostrar que aún se hace lo mismo desde un escritorio, y menos dándole el escenario actual, como para dejar planteado entre líneas, que hoy se vive una nueva forma de dictadura.  Se trata de que en un ejercicio de reflexión, creo que hubiera sido justo que se abra una oportunidad a este tiempo que supera lo que hace o deja de hacer un gobierno de turno en Argentina, Chile, Uruguay o Bolivia, se trata de que la sociedad está en un proceso bastante maduro de insertar en nuestros jóvenes el hecho de que la convivencia es una buena opción para ejercer libertades, de que cada día se incorporan grupos a nuestras sociedades, que antes simplemente eran desplazados.

Hoy se habla en nuestra región de cambios profundos en el marco del respeto, diversidades sexuales, indígenas, campesinos, mujeres, niñas, niños, personas con capacidades diferentes… etcétera. Hoy, como nunca antes en la historia desde que nos liberamos de los españoles o portugueses, en nuestra región se habla de que estamos dándonos una oportunidad para marcar una nueva convivencia, y esto sencillamente lo pisotea ‘Olvidados’. No se trata de los gobiernos, se trata de las personas, se trata de un reconocimiento  y de un mensaje que esta película sencillamente decide ni siquiera dejarlo como esperanza, porque en su escena final, una vez más, estropeando los sentimientos de las personas que realmente sueñan reencontrarse con sus hijos arrebatados, deja entre ver que como una dádiva, el militar arrepentido le deja la ubicación de su madre a quien asiló en el pequeño terreno que habían comprado con su esposo, a quien él mismo mando a matar.


‘Olvidados’, como historia, es ese desacierto hecho película, es ese intento hecho con ‘falso afán’ como diría el Papirri, es ese tiempo extraviado y que lamentablemente fue auspiciado por el Estado de Bolivia.   


8 comentarios:

  1. Bueno no lo tomes tan de fondo político es solo una película .. y como todas las otras películas de carla ortiz ... siempre pasan cosas así...
    Es solo una película no hagas tanto show Angelito

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  2. Es muy facil criticar en vez de proponer...lo realmente rescatable es que se apuesta por el cine como entretenimiento...no asi como documento fiel historico de algo que tu generacion no vivió...habemos muchis que queremos hacer del cine en bolivia una industria...sin embargo tambien hay muchoa que crutican porque quieren convertirse en voz autorizada...recuerdo que hace un par de añoa fuiste jurado de un festival de video y favoreciste a tu amiga....de que estamos hablando???? Deberias ser mas conswcuwnte con lo que dices

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  3. La verdad que si hubieses hecho algun buen cine, algun buen libro, un guioncito por ahi destacable, pero nada, solo eres otro criticon mas, hablas porque puedes, pero bases no tienes, ni como actor pudiste lograrlo, tu programa es copia fiel de varios programas de Televisa, originalidad no hay, tanto tiempo en la television y no te conoce nadie, y si favoreces a tus amigos, que criticas???? Ojala te ubiesen llamado a actuar, creo que seria otra tu critica, verdad???

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  5. Que fácil escribir e insultar desde el anonimato, que fácil ser el especulador y el mentiroso... se puede porque no tengo cara, ni nombre, ni nada.... Yo no fui jurado de la versión donde mi amiga Romaneth Hidalgo gano el premio del FENAVID, fui jurado en las dos versiones posteriores.
    Me gustaría que me ayuden (aunque se desde el anonimato) con los programas de TELEVISA que copio porque la verdad no vi ninguno que se le parezca, mas allá de que es un programa de entrevistas, tan universal e histórico como la creación de la tv así que básicamente cualquier programa de entrevistas tiene parecido con los otros, SALAMANDRA no tiene un formato ni una producción que sugiera que se quiera cambiar la tv jejejejeje... No trabajo en ninguna institución del estado y nunca lo hice.

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  6. ah si... suprimo comentarios en los que la dignidad de las personas sea afectada, a mi diganme lo que quieran de frente o así en este formato TAN "honesto" como es el anónimo

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  7. Herbert Heinz: Las personas creemos que por emitir y/o escribir palabras ofensivas, o por que griten y alcen la voz llena de insultos o simplemente dando órdenes a otros, éstas personas serán mas respetadas, mejores que otras o más temidas... En todos estos casos sería un error grave creer que es así. Tales conductas incitan a la violencia y a la discriminación, y sin darnos cuenta forman parte de nuestra realidad.
    Quien sabiese dueño de la verdad y la sabiduría??? Ninguno!
    Sólo se acercan y km. de distancia los que con su crítica aportan a identificar una falla, un problema, pero por encima de todo y lo más valorable, proponen y/o sugieren una solución a la problemática y se transforman en actores principales para cambiar o mejorar el destino de las personas.
    FRASE: La belleza del ser humano se la siente por la pureza del alma y por la belleza de su corazón. Lo que ambos sentimientos expresan son los que nos pueden brindar a los demás.

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