martes, 18 de diciembre de 2012

LAS BELLAS DURMIENTES


Es esa cualidad tan suya, es esa cantidad de certezas que uno tiene al sentarse a ver una de sus películas, es poder reconocer su mano en los primeros segundos… A lo mejor es eso lo que tiene Marcos Loayza con relación al resto, creo que tiene esa capacidad de presentarse de inmediato, es como si te dijera, siéntate y veme, desde luego lejos de la soberbia o del autorretrato barato, no, Marcos Loayza sabe como hacer un “Loayza original” con poco y con todo a la vez.
Las Bellas Durmientes trascienden  la expectativa de ser la primera película del director en Santa Cruz, supera en si la preocupación de ver un nuevo film nacional y es que hoy caí en cuenta que Marcos Loayza pertenece a ese grupo de directores que vas a ver al cine porque su trabajo lo antecede y se respeta; cómo se escribe un texto acerca de un film con toda esta carga encima, aun no lo se, pero necesito hacerlo.


Las Bellas Durmientes es un policial, que atraviesa a su protagonista (Luigi Antezana, quien por cierto actúa en un nivel muy bueno) en relación a temas, momentos e imágenes muy nuestras, muy identitarias de nuestro imaginario diario, pero además teje entre las líneas de la narrativa una espectacular historia de amor entre una hija y un padre que tiene un grado de sencillez, inocencia y de humildad que después de todo lo que hoy por hoy se escucha y se ve es un verdadero refresco para el espíritu, el antagonista (Fred Núñez) es gran parte de la historia, nunca lo detestas, te entretiene, te introduce en su caricaturesca manera de zafar a su mediocridad y salvo cuando excede abiertamente de su poder descargándolo contra su subalterno es un personaje que abre los hilos de la historia y justifica perfectamente todo el sin sentido.
Las bellas, son bellas de verdad, cumplen con el propósito de dar un contexto a una ciudad que despega permanentemente en esta manera tan suya de venderse y de promocionarse al país y al mundo, con una justificación que además valora y dignifica esto antes que ponerlo como un aspecto menor, todo lo contrario, por primera vez siento que se valida y se acoge  a este mundo de manera honesta.
Una musicalización que solo podría garantizarla Oscar Garcia hace de este recurso otro trabajo original de, a lo mejor, el mas destacado maestro musical que tenemos en el medio, de la mano de este elemento se puede apreciar un arte muy prolijo, las imágenes son una perfecta fotografía en movimiento permanente
Si hay que criticarle algo, en contrapartida, habrá que anotar que en el intento de hacer una foto limpia se esconden algunos elementos que se hubieran podido trabajar con mayor rigurosidad como el transporte público que nunca se verá tan pulcro y la gente de a pie que desde luego no tendrá el mejor aspecto luego de un día a pie en la ciudad y también una escena en la que se devela el misterio para el protagonista a través de los cuentos que le lee a su hija y que en mi humilde opinión podía haberse afianzado mejor en acting.
Pero si no hilaste la historia con sus personajes y no alcanzas a abstraer los subtextos de esta entretenida película, de todas maneras podrás estar cómodo en tu butaca, una serie de imágenes aéreas te revela una ciudad que pocas veces se ve y que pocas veces se muestra, la magnitud de la fotografía en este nivel es sencillamente impecable, si después de ver estas imágenes no sales enamorado de la ciudad has perdido tu tiempo, nunca antes se mostró a Santa Cruz en esas dimensiones, te emociona, te impacta y nunca más podrás verla de la misma manera.
Marcos dijo que antes se decía que el cine en Bolivia era Cuestión de Fe… hoy debo cerrar diciendo “LAS BELLAS DURMIENTES.... porque el cine en Bolivia... sigue siendo... CUESTIÓN DE FE...” GRACIAS Maestro.

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