viernes, 10 de julio de 2009

Vista al mar (Extracto del relato de Carlos Soria Galvarro Teran) 17 de julio de 1980.


... El Simón ha dicho muy serio: compañeros, hay que apresurar la reunión, el golpe está en marcha, adoptaremos algunas medidas organizativas y debemos desconcentrarnos...
Primero fue un estallido aislado, seco y cortante, interrumpiendo la lectura... Las miradas se cruzan, no hay tiempo para nada. Comienzan las ráfagas, persistentes y continuas... los cristales se desploman. Nada es ficticio, las balas se incrustan en puertas y paredes... ¡no estamos ni espectando ni filmando una película...! Estampida general, todo el mundo corre, o más bien se arrastra, hacia arriba, hacia abajo, atrás, adelante. Pero es inútil, estamos rodeados. El edificio se ha convertido en una auténtica boca de lobo. Marcelo desde el suelo, enseñándome su revólver: esto es pretexto para que me limpien... Si hermano, moviendo la cabeza antes que hablando, mientras veo que alcanza al de su lado el pequeño objeto metálico que pasa de mano en mano y es ocultado en los escombros. Marcelo, creo que no necesitaron de ese pretexto para limpiarte.
Quizá en esos instantes comenzaron mis intentos de evadirme de la realidad. Quiero convencerme de que estoy ausente, de que soy apenas un espectador invisible. A un ser irreal no se puede golpear ni matar. Por momentos la táctica me da resultados: veo los miedos terribles en los rostros de los demás y trato de no ver mi propio miedo...
Somos el vivo retrato de la impotencia. Y la imprevisión. Copados por un comando paramilitar, a pocos minutos de haber decretado lo que todos creíamos las medidas salvadoras: huelga general y bloqueo de caminos. Descendemos las gradas en fila con las manos en alto (Marcelo y Carlos no llegaron hasta la calle, tampoco Gualberto que estaba en el patio trasero). Es la primera vez que veo un “paramilitar”, no son seres inventados... El que tengo cerca, presiona mis costillas con el caño de su metralleta, como casi todos lleva una polera de cuello alto... lo que no puede ocultar es que está poseído por el miedo... Pero... estamos con los brazos vacíos en alto y él tiene una metralleta con el dedo índice posado sobre el gatillo. Y así, ¡qué importan los temores que pueda cobijar su cuerpo retorcido y trasnochado...! El y sus amigotes son los dueños de la situación.
La calle está desacostumbradamente desierta para un jueves a mediodía... Aunque sólo una parte de la calle, claro, ahora lo veo mejor. La gente se está reuniendo y comienza a agitarse en las bocacalles próximas. Gritos y silbidos, lejos una primera piedra que se aproxima rebotando en el piso... Tienen más miedo que nosotros, se aterrorizan con las piedras que ni siquiera alcanzan a llegar... carajazos vociferantes entre ellos, todos parecen mandar a todos, disparos al aire. Como se arrea al ganado, somos empujados a los vehículos...
Allí prosigue la cadena de asombros. Carros blancos nuevos con grandes cruces verdes pintadas en los costados. No estamos ni enfermos ni heridos todavía, pero las sirenas de las ambulancias no dejan de sonar. Nosotros, en el piso, amontonados como leña, encañonados, golpeados, silenciosos... Interrogo casi al oído a Cayetano sobre la suerte de Marcelo y el me responde con una seña cabalística.
Hemos llegado, Ahora se saben protegidos y ostentan un aire de triunfo.
-¡Bajarse señores!
Adentro, en el hall del Gran Cuartel, manos contra la pared, no mirar a ninguna parte (vista al mar).
-¡Ahora van a ver, huevones!
No hemos vuelto a saber nada de Juan. Simón es la cabeza más visible. La miel para las moscas... Sangra abundante por la nariz y la boca. Antes de recibir una andanada de golpes que me nubla la visión, logro alcanzarle mi pañuelo.
¡Vista al mar...! nuevamente en toda la regla: manos a la nuca, los ojos en el suelo (¡qué me estás mirando, huevón!), rodillas dobladas, torso inclinado hacia delante y descalzos, en hilera descendemos por patios, corredores y oficinas de la ciudadela militar. Después... olor a guano de caballos, penetrante...
¡Vista al mar boluditos...! !Y nada de hacerse los machos!
Ha! Al primero que se mueva...! !Pum!

Presentare este monologo en Cbba el 17 de Julio en el Martadero, los espero.....

1 comentario:

  1. Querido Angel! que bueno que el monologo vuelva...que bueno tener siempre a quienes refresquen la memoria...las memorias...fuerza.
    Xime Q

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