Es esa cualidad tan suya, es esa cantidad de certezas que uno
tiene al sentarse a ver una de sus películas, es poder reconocer su mano en los
primeros segundos… A lo mejor es eso lo que tiene Marcos Loayza con relación al
resto, creo que tiene esa capacidad de presentarse de inmediato, es como si te
dijera, siéntate y veme, desde luego lejos de la soberbia o del autorretrato
barato, no, Marcos Loayza sabe como hacer un “Loayza original” con poco y con
todo a la vez.
Las Bellas Durmientes trascienden la expectativa de ser la
primera película del director en Santa Cruz, supera en si la preocupación de
ver un nuevo film nacional y es que hoy caí en cuenta que Marcos Loayza
pertenece a ese grupo de directores que vas a ver al cine porque su trabajo lo
antecede y se respeta; cómo se escribe un texto acerca de un film con toda esta
carga encima, aun no lo se, pero necesito hacerlo.
Las Bellas Durmientes es un policial, que atraviesa a su
protagonista (Luigi Antezana, quien por cierto actúa en un nivel muy bueno) en
relación a temas, momentos e imágenes muy nuestras, muy identitarias de nuestro
imaginario diario, pero además teje entre las líneas de la narrativa una
espectacular historia de amor entre una hija y un padre que tiene un grado de
sencillez, inocencia y de humildad que después de todo lo que hoy por hoy se
escucha y se ve es un verdadero refresco para el espíritu, el antagonista (Fred
Núñez) es gran parte de la historia, nunca lo detestas, te entretiene, te
introduce en su caricaturesca manera de zafar a su mediocridad y salvo cuando
excede abiertamente de su poder descargándolo contra su subalterno es un
personaje que abre los hilos de la historia y justifica perfectamente todo el
sin sentido.
Las bellas, son bellas de verdad, cumplen con el propósito de
dar un contexto a una ciudad que despega permanentemente en esta manera tan
suya de venderse y de promocionarse al país y al mundo, con una justificación
que además valora y dignifica esto antes que ponerlo como un aspecto menor, todo
lo contrario, por primera vez siento que se valida y se acoge a este
mundo de manera honesta.
Una musicalización que solo podría garantizarla Oscar Garcia
hace de este recurso otro trabajo original de, a lo mejor, el mas destacado
maestro musical que tenemos en el medio, de la mano de este elemento se puede
apreciar un arte muy prolijo, las imágenes son una perfecta fotografía en
movimiento permanente
Si hay que criticarle algo, en contrapartida, habrá que anotar
que en el intento de hacer una foto limpia se esconden algunos elementos que se
hubieran podido trabajar con mayor rigurosidad como el transporte público que
nunca se verá tan pulcro y la gente de a pie que desde luego no tendrá el mejor
aspecto luego de un día a pie en la ciudad y también una escena en la que se
devela el misterio para el protagonista a través de los cuentos que le lee a su
hija y que en mi humilde opinión podía haberse afianzado mejor en acting.
Pero si no hilaste la historia con sus personajes y no alcanzas
a abstraer los subtextos de esta entretenida película, de todas maneras podrás
estar cómodo en tu butaca, una serie de imágenes aéreas te revela una ciudad
que pocas veces se ve y que pocas veces se muestra, la magnitud de la
fotografía en este nivel es sencillamente impecable, si después de ver estas
imágenes no sales enamorado de la ciudad has perdido tu tiempo, nunca antes se
mostró a Santa Cruz en esas dimensiones, te emociona, te impacta y nunca más
podrás verla de la misma manera.
Marcos dijo
que antes se decía que el cine en Bolivia era Cuestión de Fe… hoy debo cerrar
diciendo “LAS BELLAS DURMIENTES.... porque el cine en Bolivia... sigue
siendo... CUESTIÓN DE FE...” GRACIAS Maestro.
Me ha parecido muy interesante tu blog...
ResponderEliminarUn saludo.