sábado, 9 de abril de 2011

Latinoamérica

Soy, soy lo que dejaron, Soy las sobras de lo que te robaron,
Un pueblo escondido en la cima, Mi piel es de cuero por eso aguata cualquier clima,
Soy una fábrica de humo, Mano de obra campesina para tu consumo,
En el medio del verano, El amor en los tiempos del cólera,
Mi hermano!

Soy el que nace y el día que muere, Con los mejores atardeceres,
Soy el desarrollo en carne viva, Un discurso sin saliva,
Las caras más bonitas que he conocido, Soy la fotografía de un desaparecido,
La sangre dentro de tus venas, Soy un pedazo de tierra que vale la pena,
Una canasta con frijoles.

Soy Maradona contra Inglaterra Anotándole dos goles.
Soy lo que sostiene mi bandera, La espina dorsal de mi planeta, en mi cordillera.
Soy lo que me enseño mi padre, El que no quiere a su patria no quiere a su madre.
Soy América Latina un pueblo sin piernas pero que camina.

Tú no puedes comprar al viento,
Tú no puedes comprar al sol
Tú no puedes comprar la lluvia,
Tú no puedes comprar al calor.
Tú no puedes comprar las nubes,
Tú no puedes comprar mi alegría,
Tú no puedes comprar mis dolores.

Tengo los lagos, tengo los ríos, Tengo mis dientes pa cuando me sonrío,
La nieve que maquilla mis montañas, Tengo el sol que me seca y la lluvia que me baña,
Un desierto embriagado con pellotes, Un trago de pulque para cantar con los coyotes,
Todo lo que necesito!

Tengo a mis pulmones respirando azul clarito,
La altura que sofoca, Soy las muelas de mi boca mascando coca,
El otoño con sus hojas desmayadas, Los versos escritos bajo las noches estrelladas,
Una viña repleta de uvas, Un cañaveral bajo el sol en cuba,
Soy el mar Caribe que vigila las casitas, Haciendo rituales de agua bendita,
El viento que peina mi cabello, Soy todos los santos que cuelgan de mi cuello,
El jugo de mi lucha no es artificial porque el abono de mi tierra es natural.
Vamos caminando, vamos dibujando el camino!

Trabajo bruto pero con orgullo, Aquí se comparte lo mío es tuyo,
Este pueblo no se ahoga con marullos, Y si se derrumba yo lo reconstruyo,
Tampoco pestañeo cuando te miro, Para que te recuerdes de mi apellido,
La operación cóndor invadiendo mi nido, Perdono pero nunca olvido, oye!

Vamos caminado, aquí se respira lucha.
Vamos caminando, yo canto porque se escucha.
Vamos caminando, aquí estamos de pie.
Que viva Latinoamérica.
No puedes comprar mi vida!


Poema a la Clase Media - Mario Benedetti



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Clase media
medio rica
medio culta
entre lo que cree ser y lo que es
media una distancia medio grande
Desde el medio mira medio mal
a los negritos
a los ricos a los sabios
a los locos
a los pobres
Si escucha a un Hitler
medio le gusta
y si habla un Che
medio también
En el medio de la nada
medio duda
como todo le atrae (a medias)
analiza hasta la mitad
todos los hechos
y (medio confundida) sale a la calle con media cacerola
entonces medio llega a importar
a los que mandan(medio en las sombras)
a veces, solo a veces, se dá cuenta(medio tarde)
que la usaron de peón
en un ajedrez que no comprende
y que nunca la convierte en Reina
Así, medio rabiosa
se lamenta(a medias)
de ser el medio del que comen otros
a quienes no alcanza a entender
ni medio.

esto es para vos hermano del alma


Una vez; un rey citó a todos los sabios de la corte, y les manifestó:”Me he mandado hacer un precioso anillo con un diamante con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar oculto dentro del anillo, algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a mis hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa del diamante de mi anillo”.

Todos aquellos que escucharon los deseos del rey, eran grandes sabios, eruditos que podían haber escrito grandes tratados…pero ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía por muchas horas, sin encontrar nada en que ajustara a los deseos del poderoso rey.

El rey tenia muy próximo a él, un sirviente muy querido. Este hombre, había sido también sirviente de su padre, y había cuidado de él cuando su madre había muerto, era tratado como la familia y gozaba del respeto de todos.

El rey por esos motivos también lo consultó. Y este le dijo:

“No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje”

¿”Como lo sabes preguntó el rey”?

“Durante mi larga vida en el palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una oportunidad me encontré con un místico. Era un invitado de tu padre, y yo estuve a su servicio. Cuando nos dejó, yo lo acompañe hasta la puerta para despedirlo y como gesto de agradecimiento me dio este mensaje”.

En ese momento el anciano escribió en un diminuto papel el mencionado mensaje.
Lo dobló y se lo entregó al rey.

“Pero no lo leas,-dijo. Mantenlo guardado en el anillo. Ábrelo solo cuando no encuentres salida en una situación”.

Ese momento no tardó en llegar, el país fue invadido y el rey perdió el reino.
Estaba huyendo a caballo para salvar su vida, mientras sus enemigos lo perseguían. Estaba solo, y los perseguidores eran numerosos. En un momento, llegó a un lugar donde el camino se acababa, y frente a él había un precipicio y un profundo valle.
Caer por el, sería fatal. No podía volver atrás porque el enemigo le cerraba el camino. Podía escuchar el trote de los caballos, las voces, la proximidad del enemigo.

Fue entonces cuando recordó lo del anillo. Sacó el papel, lo abrió y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso para el momento.

Simplemente decía “ESTO TAMBIEN PASARÁ”. Fue en ese momento que fue consciente que se cernía sobre él, un gran silencio.

Los enemigos que lo perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado el camino. Pero lo cierto es que lo rodeó un inmenso silencio.
Ya no se sentía el trotar de los caballos.

El rey, se sintió profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido.
Esas palabras habían resultado milagrosas. Doblo el papel, volvió a guardarlo en el anillo, reunió nuevamente su ejército y reconquistó su reinado.

Ese día en que estaba victorioso a la ciudad, hubo una gran celebración con música y baile…y el rey se sentía muy orgulloso de si mismo.

En ese momento, nuevamente el anciano estaba a su lado y le dijo:

“Apreciado rey, ha llegado el momento para que leas nuevamente el mensaje del anillo”

¿Qué quieres decir? Preguntó el rey-“Ahora estoy viviendo una situación de euforia, las personas celebraron mi retorno, hemos vencido al enemigo”.

Escucha dijo el anciano este mensaje no es solamente para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es solo para cuando te sientes derrotado, también lo es para cuando te sientas victorioso. No es solo para cuando eres el último, sino también para cuando eres el primero.

El rey abrió el anillo y leyó el mensaje “ESTO TAMBIEN PASARA”, y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio del a muchedumbre que celebraba y bailaba. Pero el orgullo, el ego había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Lo malo era tan transitorio como lo bueno.

Entonces el anciano le dijo:
“Recuerda que todo pasa. Ningún acontecimiento ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche; hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.