jueves, 30 de septiembre de 2010

Dos de cada diez plantas en el mundo podrían desaparecer



29 sep 2010
BBC Ciencia
Una de cada cinco plantas en peligro de extinción
Una quinta parte de las plantas del mundo -el 20%- están amenazadas de extinción, según un informe global publicado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
El estudio, afirman los investigadores, es el primero que presenta la verdadera extensión de la amenaza que enfrentan las 380.000 especies de plantas que se conocen en el planeta.
Y las cifras muestran que están tan amenazadas como los mamíferos del mundo.
El informe, en el que también participaron científicos del Jardín Botánico de Kew y el Museo de Historia Natural de Londres, analizó una muestra representativa de las plantas conocidas en el mundo y la información fue comparada con los ejemplares almacenados en los herbarios de Kew y del Museo de Historia Natural.
"Este estudio confirma lo que ya sospechábamos, que las plantas están amenazadas y que la principal causa es la pérdida de hábitat inducida por el ser humano" expresa el profesor Stephen Hopper, director del Jardín de Kew.
Según el experto, ésta es la primera vez que se ofrece un panorama global del riesgo de extinción de las plantas del mundo.
Pérdida de hábitat
El informe muestra que las regiones más amenazadas son las selvas tropicales y que el grupo que enfrenta mayor riesgo son las gimnospermas -las plantas productoras de semillas- que abarcan a las coníferas y las cícadas.
Asimismo, las especies más amenazadas se encuentran en las selvas tropicales.
"La mayor amenaza es la pérdida de hábitat inducida por el humano, principalmente por la conversión de los hábitats naturales para el uso de agricultura y ganadería" señalan los autores.
Los investigadores subrayan que las cifras podrían incluso ser peores porque "el 33% de las plantas siguen siendo tan poco conocidas que todavía no sabemos si están o no en peligro de extinción".
Según los investigadores, la tarea de analizar la amenaza que enfrentan las plantas del mundo es un desafío mucho mayor que el de otros grupos debido a la gran cantidad de especies de plantas que existen en el planeta, 380.000, comparadas con 5.490 especies de mamíferos o 6.285 de anfibios.
Hasta ahora el Índice de la Lista Roja de Especies Amenazadas sólo había podido incluir el 3% (unas 12.873) especies de plantas.
Pero el nuevo estudio incluyó una muestra seleccionada al azar de todas las especies conocidas para poder obtener un panorama más general de la amenaza que enfrenta cada grupo.
En total se analizaron unas 7.000 especies de plantas, una muestra de 1.500 especies de cada uno de los grandes grupos de plantes: briófitos, pteridófitos, gimnospermas, monocotiledóneas y legumbres.
Se encontró que 36% de las gimnospermas están en peligro crítico de extinción.
América
El informe muestra que en América, la región más amenazada es la selva Atlántica de Brasil, donde más del 90% de la selva original ha sido deforestada y convertida en tierra para agricultura o zonas urbanas.
"Cerca de 6.000 de las 20.000 especies de plantas vasculares que se encuentran en la selva Atlántica de Brasil no se ven en ninguna otra región de la Tierra" dice el informe.
Y en América del Norte "aunque la mayoría de las especies no están amenazadas, el desarrollo residencial y la intensificación de la agricultura han cambiado completamente la formación ecológica de vastas áreas del continente" agrega.
"De los 162 millones de hectáreas de pradera histórica en las Grandes Llanuras (que se extienden en el centro de Estados Unidos desde su frontera con México hasta la de Canadá), el 99,99% en el este de la región ha desaparecido".
Los autores afirman que es urgente tomar medidas para revertir esta tendencia.
"No podemos sentarnos y mirar cómo desaparecen las especies de plantas", dice el profesor Hopper.
"Las plantas son la base de la vida en la Tierra, fuente de aire limpio, agua, alimento y combustible. Todos los animales dependen de ellas, y nosotros también", expresa el experto.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Kioto para muy tontos





El Protocolo de Kioto se puede ejemplarizar muy bien con el siguiente símil: es como un club de fumadores, que echa humos en sus locales y que ya en 1990, tenía un promedio de consumo de una cajetilla diaria de 20 cigarrillos; unos fumaban más o mucho más que el promedio y otros menos o mucho menos. En 1997, cuando ya estaban fumando un promedio de unos 25 cigarrillos diarios y al darse cuenta de que el club se les llena de humo, que ya no se ven unos a otros y que se empiezan a ahogar, consiguen acordar, tras largos y calurosos debates, que van a hacer un esfuerzo ímprobo, consistente en que el promedio de los miembros del club reduzca su hábito de fumar a sólo 19 cigarrillos diarios de promedio, pero eso si, dándose tiempo para abandonar ese cigarrillo, de entre viente, hasta el periodo 2008-2012.

Como pasar del promedio de 20 cigarrillos a 19 les parece ya exagerado, acuerdan varias cláusulas adicionales. Por ejemplo, los fumadores empedernidos, si disponen de dinero, pueden comprar "cuota de tabaco" a los que están por debajo del promedio. El Protocolo también prevé que los que están muy por debajo del promedio de 20 cigarrillos puedan aumentar su consumo, hasta llegar a los 19 cigarrillos. Al fin y al cabo, esto es un club de fumadores y todos deben tener los mismos derechos. E incluso da una opción para que los miembros que puedan aportar tiestos al club (denominados "sumideros" de humo del tabaco) puedan seguir fumando más de los 19 cigarrillos, porque aseguran que las plantas absorben mucho humo.

Y finalmente, todos acuerdan que aunque el compromiso sea fijar en 19 cigarrillos la cuota promedio en el 2012, las fábricas de tabaco tienen que seguir creciendo, porque, según ellos, una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Eso es exactamente Kioto, aunque referido a las emisiones de gases contaminantes y de efecto invernadero a la atmosfera. Los miembros del club de fumadores son las naciones, sobre todo las industrializadas. Los tiestos son las selvas y bosques del planeta que cada país pueda decir que aporta. Los plazos y los porcentajes de ridícula reducción son exactamente los indicados.

Lo que sorprende es la ilusión que ponen algunas Organizaciones no Gubernamentales, en que se cumpla ese timorato Protocolo, se supone que con el argumento, simplista, poco consistente y nada creíble de que "más vale intentar dejar de fumar un cigarrillo de una cajetilla entera diaria, en veinte años, que seguir fumando un 3% más cada año, de esa misma cajetilla". Y sorprende que el Protocolo no hable, en absoluto, de la necesidad IMPERIOSA de cerrar las fábricas de cigarrillos, sino que siga fomentando su crecimiento; esto es, que hable de reducir los humos, pero siga obsesionado con plantar cada vez más fábricas, como si éstas no tuviesen nada que ver con aquellos.

Y para colmo, varios de los fumadores más empedernidos, los EE.UU. y Rusia, entre otros, se han negado a firmar el acuerdo de un cigarrilo menos de la cajetilla en viente años, aunque obviamente no se pueden salir del local, que es el planeta Tierra y anuncian que ellos seguirán aumentando su adicción y echando el humo a los demás.

¿Se entiende ahora mejor?

miércoles, 1 de septiembre de 2010

UN MENSAJE POR GEORGE CARLIN





La paradoja de nuestro tiempo es que tenemos edificios mas altos y temperamentos mas reducidos, carreteras mas anchas y puntos de vista mas estrechos. Gastamos mas pero tenemos menos, compramos mas pero disfrutamos menos. Tenemos casas mas grandes y familias mas chicas, mayores comodidades y menos tiempo. Tenemos mas grados académicos pero menos sentido común, mayor conocimiento pero menor capacidad de juicio, mas expertos pero mas problemas, mejor medicina pero menor bienestar.

Bebemos demasiado, fumamos demasiado, despilfarramos demasiado, reimos muy poco, manejamos muy rápido, nos enojamos demasiado, nos desvelamos demasiado, amanecemos cansados, leemos muy poco, vemos demasiado televisión y oramos muy rara vez.

Hemos multiplicado nuestras posesiones pero reducido nuestros valores. Hablamos demasiado, amamos demasiado poco y odiamos muy frecuentemente.

Hemos aprendido a ganarnos la vida, pero no a vivir. Añadimos años a nuestras vidas, no vida a nuestros años. Hemos logrado ir y volver de la luna, pero se nos dificulta cruzar la calle para conocer a un nuevo vecino. Conquistamos el espacio exterior, pero no el interior. Hemos hecho grandes cosas, pero no por ello mejores.

Hemos limpiado el aire, pero contaminamos nuestra alma. Conquistamos el átomo, pero no nuestros prejuicios. Escribimos mas pero aprendemos menos. Planeamos mas pero logramos menos. Hemos aprendido a apresurarnos, pero no a esperar. Producimos computadoras que pueden procesar mayor informacion y difundirla, pero nos comunicamos cada vez menos y menos.

Estos son tiempos de comidas rápidas y digestión lenta, de hombres de gran talla y cortedad de carácter, de enormes ganancias económicas y relaciones humanas superficiales. Hoy en día hay dos ingresos pero mas divorcios, casas mas lujosas pero hogares rotos. Son tiempos de viajes rápidos, pañales desechables, moral descartable, acostones de una noche, cuerpos obesos, y píldoras que hacen todo, desde alegrar y apaciguar, hasta matar. Son tiempos en que hay mucho en el escaparate y muy poco en la bodega. Tiempos en que la tecnología puede hacerte llegar esta carta, y en que tu puedes elegir compartir estas reflexiones o simplemente borrarlas.

Acuérdate de pasar algún tiempo con tus seres queridos porque ellos no estarán aqui siempre.

Acuérdate de ser amable con quien ahora te admira, porque esa personita crecerá muy pronto y se alejará de ti.

Acuérdate de abrazar a quien tienes cerca porque ese es el único tesoro que puedes dar con el corazón, sin que te cueste ni un centavo.

Acuérdate de decir te amo a tu pareja y a tus seres queridos, pero sobre todo dilo sinceramente. Un beso y un abrazo pueden reparar una herida cuando se dan con toda el alma.

Acuérdate de tomarte de la mano con tu ser querido y atesorar ese momento, porque un día esa persona ya no estará contigo.

Date tiempo para amar y para conversar, y comparte tus mas preciadas ideas.

Y siempre recuerda:

La vida no se mide por el número de veces que tomamos aliento, sino por los extraordinarios momentos que nos lo quitan.

George Carlin.